CRÍTICA: «El Abismo Secreto» («The Gorge»)

Una cita poco convencional para San Valentín.

Este 14 de febrero llegan las películas para los más enamorados. Entre los estrenos en cartelera para los tortolitos están Bridget Jones: Loca por él y la italiana Vermiglio, pero la película romántica más inesperada y kick-ass de este San Valentín nos la trae Apple TV+ con The Gorge.

El punto de partida de esta película es el siguiente: una supervisora de operaciones (Sigourney Weaver) recluta a un par de francotiradores; uno apostado en la Torre Oeste (Miles Teller) y el otro en la Torre Este (Anya Taylor-Joy). En medio, un vasto desfiladero neblinoso y profundo que esconde un misterioso mal en su interior, algo a lo que llaman hombres huecos (en alusión al poema de T.S Elliot). La misión: mantener lo que está dentro, dentro.

Y, diréis, ¿qué tiene que ver todo esto con San Valentín? Pues muchísimo más de lo que parece, porque ellos dos, a quienes se les ha prohibido comunicarse entre sí, comienzan un improbable romance a distancia. Estos star-crossed lovers (en la más pura tradición shakesperiana), con una química por parte de Anya Taylor-Joy (Furiosa) y Miles Teller (Top Gun: Maverick) que remite en cierto modo a la de los Sr y Sra Smith –de la serie, no de la película–, flirtean a través de las lentes de los prismáticos y las mirillas telescópicas de sus armas (con planos POV en pantalla), junto a un gran cuaderno y una pizarra para intercambiar mensajes (y que a más de uno le recordará a aquella mítica escena de Love Actually).  

De esta forma, Scott Derrickson, el director detrás de Black Phone y Sinister, le imprime al relato un ritmo que, al menos al principio, es íntimo y tiernamente romántico, aunque también cargado de misterio en torno a ese apocalíptico y enigmático abismo y los secretos que esconde. Y es que, a medida que pasan los meses, el cineasta estadounidense hace que nos preocupemos por el dúo protagonista, Levi y Drasa, asistiendo en primera persona a la evolución de la relación entre ambos desde su primer contacto, una escena muy divertida (y probablemente la más memorable de todas) con la canción Spitting Off the Edge of the World, de Yeah Yeah Yeahs, como el needle drop perfecto, a flashes que incluyen a sus personajes jugando desde lejos al ajedrez, en lo que puede ser un claro guiño a Gambito de dama, la serie que catapultó la carrera de Taylor-Joy, o tocando la batería, que bien podría ser también una referencia directa a Whiplash, la aclamada película que contaba con una magnífica actuación de Teller. Y no es de extrañar que los dos intérpretes hayan luchado a capa y espada para que esas escenas, con insinuaciones involuntarias a sus trabajos más conocidos y que estaban en el guion antes de que ficharan por la película, no aparecieran, como contó la misma Taylor-Joy en una entrevista.

Después de esta primera hora solvente y bastante intrigante (de las dos horas que componen el metraje), The Gorge da un giro brusco y se sumerge en un clima de acción, adentrándose en un survival extremo e infernal. En una suerte de survival videojueguístico, la película se convierte en algo más mecanicista y automatizada, con los personajes funcionado casi como avatares en lo que parece un mapa multijugador o cooperativo (con una mezcla de decorados prácticos y paisajes mejorados con CGI) y la trama estructurándose como una serie de niveles, con oleadas enemigas, combates o misiones de exploración, que los gamers reconocerán de inmediato. La banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross, el dúo de moda que compuso la música de Challengers, acompaña esta metamorfosis: el inicio fundamentalmente de piano evoluciona hacia sintetizadores agresivos y música electrónica para marcar el frenetismo que ahora invade el film. De este modo, la película acaba por convertirse en una coctelera de géneros: romance, misterio, acción, ciencia ficción y terror, mezclados de manera explosiva, lo cual no sorprende al ser obra de Zach Dean, guionista de la futurista La guerra del mañana. Sin embargo, dicha combinación de géneros no siempre logra el equilibrio óptimo.

Podría decirse que Scott Derrickson ha logrado crear en The Gorge lo que parece ser una adaptación de un videojuego inexistente, que destaca especialmente en su primera mitad y en su historia de amor imposible con su dream team de actores. Para un San Valentín algo fuera de lo común.

NOTA: ★★★☆☆

«THE GORGE», ESTRENO MAÑANA EN APPLE TV+.

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