CRÍTICA: “Los Juegos del Hambre: Balada de Pájaros Cantores y Serpientes”
Un regreso al Panem más primitivo que satisface el hambre de los fans.
En la década de los 2010s, la industria cinematográfica se vio inundada por una marea de adaptaciones de ciencia-ficción distópica para jóvenes adultos, género conocido coloquialmente como YA (Young Adult). Sagas emblemáticas como “Los Juegos del Hambre”, “El Corredor del Laberinto”, “Divergente” o “Crepúsculo” fueron grandes éxitos de taquilla. Esta tendencia parece haber disminuido en los últimos años pero ahora, “Los Juegos del Hambre” vuelve con una nueva entrega, esta vez, en forma de precuela. De esta forma, “Balada de Pájaros Cantores y Serpientes” nos sumerge en el pasado de Panem, ofreciendo una mirada reveladora al ascenso de Coriolanus Snow, que más tarde se convertirá en el opresivo presidente autoritario de Panem.
“Balada de Pájaros Cantores y Serpientes” está basada en la novela precuela del mismo nombre de Suzanne Collins. Ambientada en un Panem postapocalíptico, esta precuela nos hace retroceder varias décadas antes del comienzo de las aventuras de Katniss Everdeen. En el Capitolio, Coriolanus Snow (Tom Blyth), de dieciocho años, se prepara para una oportunidad única: alcanzar la gloria como mentor de los décimos Juegos del Hambre. La casa de los Snow, antes influyente, atraviesa tiempos difíciles, y su destino depende de que Coriolanus consiga superar a sus compañeros como mentor del tributo que le sea adjudicado. Esto no será fácil, ya que le han asignado a la tributo del empobrecido Distrito 12, Lucy Gray (Rachel Zegler).
En esta precuela, conocemos al personaje de Snow y vemos por qué es quien es en la saga original. Es muy interesante ver la evolución de este personaje al que repudiábamos en la saga, llegando incluso a que empaticemos con él. Este desarrollo se enfoca en una pregunta central que atormenta a Snow a lo largo de la trama: ¿cuál es el propósito real detrás de los Juegos del Hambre? Pero, el presidente Snow no es el único personaje de la trilogía original de “Los Juegos del Hambre”. También tenemos a otros personajes conocidos: Tigris Snow, la prima de Corolianus Snow, y Lucretius ‘Lucky’ Flickerman, descendiente del icónico presentador de los juegos, Caesar Flickerman.
Y es que, no solo vemos la evolución de Snow en la película, sino también de los propios juegos del hambre. Retrocediendo 64 años desde los juegos de Katniss, somos testigos de una arena más limitada, más primitiva, menos espaciosa y con una tecnología más simple pero mostrando sin tapujos la misma violencia de estos juegos. Esto es probablemente lo más atractivo de una precuela en la que el concepto de los juegos ya no es tan innovador ni sorprendente para el espectador como fue en la primera película.
Además, la puesta en escena merece un reconocimiento especial. El diseño de producción y vestuario logra capturar de manera magistral la estética retro de esta era temprana de Panem y bajo la dirección de Francis Lawrence, conocedor de este universo, ya que trabajó de manera previa como director de “Los Juegos del Hambre: En Llamas” (2013), “Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 1 (2014)” y “Los Juegos del Hambre: Sinsajo – Parte 2 (2015)”, Panem cobra vida de manera muy familiar y nostálgica para los seguidores de la saga.
Uno de los aspectos más intrigantes de esta precuela es también el cambio de perspectiva, alejándonos de la experiencia cercana de los tributos para enfocarse en los mentores y creadores de los juegos. Mientras que en la saga de los juegos del hambre vemos muy de cerca a los tributos, en esta pasa justo al contrario, y lo vemos desde una perspectiva de fuera. Esto es bastante interesante ya que explora otra visión de los juegos que no habíamos visto antes, si bien es cierto, que al hacer esto, no nos sumerge en la experiencia de los tributos y probablemente, la empatía hacia los participantes se desvanece.
Entre el elenco, hay muchas caras conocidas, como Viola Davis como la despiadada y cruel la doctora Volumnia Gaul y Peter Dinklage como el intrigante Casca Highbottom, y otras, no tanto, como el actor protagonista, Tom Blyth. Viola Davis y Peter Dinklage tienen interpretaciones excelentes, pero es el actor menos conocido, Tom Blyth, quien es el motor y la estrella de toda la película. Blyth tiene una interpretación convincente como Snow y es una revelación. No hay duda de que este será el primer gran papel de muchos del actor. Por otro lado, Rachel Zegler, aunque tiene una actuación sólida, se ve limitada por un guion que no profundiza lo suficiente en su personaje, y Hunter Schafer hace un buen trabajo como Tigris pero se echa de menos una mayor presencia en pantalla del personaje.
No obstante, hay que mencionar que la película tiene problemas de ritmo muy evidentes. La película se estructura en tres partes muy claras, cada una con títulos que aparecen en pantalla para dividir las partes. Las dos primeras partes son muy disfrutables, pero la última flaquea, ralentizando su ritmo después de los décimos juegos del hambre y tardando en recuperarse. Podrían identificarse dos clímax en la misma película y la opción de dividir la película en dos partes podría haber mitigado estos problemas aunque no habría gustado a todo el mundo.
También, como punto negativo a añadir es que la película tiene demasiados números musicales que pueden sacar al espectador de la experiencia cinematográfica, sin embargo, puede que los fans de musicales disfruten de estas escenas. Y, a pesar de que la canción tan épica “The Hanging Tree” sale varias veces, no consigue igualar la emoción de la escena de “Sinsajo”.
Como conclusión, ésta es una precuela muy disfrutable y entretenida que no defraudará a los fans de la saga, sobre todo, a aquellos que se habían quedado con hambre de más. Aunque su ritmo podría considerarse un tanto irregular, la película es un regreso a Panem que trasciende la mera nostalgia y consigue tanto una exploración minuciosa de los cimientos que dieron forma a los juegos como del personaje de Snow.
NOTA: ★★★½
“LOS JUEGOS DEL HAMBRE: BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES ”, YA EN CINES.
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