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CRÍTICA: “1992”

Mucho humo y poco fuego.

© Netflix

Sevilla es mi tierra. Y lo digo con orgullo. Aunque no viví la Expo del 92, las recurrentes anécdotas de mi familia me transportan a ella. A ese «otro mundo» que me describen con tanta nostalgia, alegría y cariño. Para quienes la vivieron, la Expo fue un sueño colectivo, un evento histórico y, sí, futurista: «La era de los descubrimientos», como reza su lema. Transformó la ciudad y dejó una huella imborrable en Sevilla (y, por supuesto, trajo consigo nada más y nada menos que la primera línea de AVE en España, entre otras cosas). Pero Álex de la Iglesia (El día de la bestia) decide darle un giro de tuerca de lo más macabro a este memorable y significante acontecimiento en su nueva serie 1992, de Netflix.

Para ello, el cineasta bilbaíno –con más de una veintena de títulos en su filmografía– parte de las sombras de la Expo. Un pabellón (el de los Descubrimientos) incendiado, el naufragio de una réplica de la nao Victoria (con un coste de 100 millones de pesetas, unos 600.000 euros actuales) nada más salir del muelle y el gran torrente de dinero que movió este certamen le sirven de base para tejer este thriller de misterio gótico –marca de la casa de la Iglesia– donde las víctimas de un asesino en serie aparecen calcinadas sujetando en sus manos una figura intacta de Curro, la entrañable y feliz mascota de la Expo, el pájaro de cresta larga y pico multicolores y patas de elefante, obra del diseñador checo Heinz Edelmann, conocido hasta entonces por su trabajo en la película de animación de los Beatles Yellow Submarine. Una mascota que evoca dulzura con solo mirarla (al menos así ha sido hasta ahora).

La policía no es la encargada (no del todo) de resolver e hilar estas muertes. Son dos personajes inesperados los que toman el protagonismo: Richi, un hombre alcohólico ex-policía ahora convertido en guardia de seguridad en un parque comercial que acaba envuelto en un incendio, interpretado por Fernando Valdivielso (No matarás), y Amparo, una mujer cuyo marido se convierte en una muerte colateral en todo este episodio, encarnada por Marian Álvarez (La herida). Son ellos –lejos de ser los más indicados para hacerlo– quienes se adentran en la tarea de descubrir qué hay detrás de estos enigmáticos asesinatos con un mismo patrón. En busca de la verdad, la sanación y la justicia. Y lo hacen por la muerte de un ser importante para los dos. Una muerte que, sin esperárselo ninguno, los junta en esta historia de venganza. Venganza por parte de ambos, y venganza por la del asesino (como en todo slasher).

© Netflix

La trama de 1992 se desarrolla en tres escenarios clave: un Madrid lluvioso y sombrío, iluminado por tonos oscuros que remarcan el halo de misterio de la historia, una fugaz y estereotipada Miami, con un huracán a sus espaldas, y una desdibujada Sevilla que se presenta más estereotipada aún –sí, a estas alturas– con tópicos desde el minuto uno, empezando por un coche de caballos en la acera de la estación de Santa Justa. Y los clichés no terminan ahí: mucho acento con miarma incluido, un policía al que solo le importa que el Betis haya perdido, un ensayo de costaleros con nazarenos –¿qué figura se supone que están venerando y qué sentido tiene eso?, que luego nos quejamos de Misión Imposible 2, que mezcló la Semana Santa, las Fallas y los Sanfermines–, y seguro que me dejo más. Una caricatura cargada de perjudiciales (y prejuiciosos) estereotipos que, como se ha hecho en otras tantas películas y series, pinta la ciudad de Sevilla distorsionada de su realidad y, como sevillana que soy, me vais a permitir decir: qué coraje da eso (nunca mejor dicho). Y es que si la sexta temporada de Cobra Kai mostraba con una casi mirada turística la ciudad de Barcelona, 1992 hace lo contrario con Sevilla. Menos mal que este año Andalucía tiene a Segundo premio, con su exaltación casi onírica y su amor puro por la ciudad de Granada, y qué falta hacen esas miras.  

© Netflix

Dejando a un lado todo lo anecdótico que tiene lo anterior, 1992 es una serie siniestra con un claro aroma slasheriano –con un asesino ataviado a lo Kick-Ass, con Curro como «máscara» y un lanzallamas como arma– que se sostiene por su sencillez y lo llevadero que es su visionado. Sin demasiado misterio (aunque parezca mentira), pero con algunas imágenes potentes, sobre todo hacia el final de la serie, el espectador se ve los seis episodios –de unos 40 minutos cada uno– de una sentada, y esta es su mayor virtud. Sin embargo, el sinfín de situaciones poco plausibles e inverosímiles en el guion del trío que forman Jorge Valdano Sáenz (Tierra de lobos), Jorge Guerricaechevarría (Hermana muerte) y Pablo Tébar (Mar de plástico) pesa bastante. Pero más creíble resulta (por triste que parezca) lo que hay detrás de todo este enigma, con una clara crítica a la corrupción política de aquellos tiempos. Y más interesante también son esos momentos en los que la serie viaja al pasado, ya sea a través de flashbacks o con el uso de imágenes de archivo, que nos muestran las sombras (no las luces) de esa Expo vibrante y que contrasta con una Isla de la Cartuja reducida a un paisaje desértico, vacío y abandonado, que transmite en todo momento una sensación de peligro (como esos Curros descuidados y amontonados).

En los últimos años, hemos visto cómo muchos asesinos en películas se «inspiran» en personajes conocidos, especialmente aquellos que nada tienen que ver con el género de terror, como es el reciente caso de Mickey Mouse. Un giro extraño que ha dado lugar a una nueva ola de slashers, y lo de Curro es precisamente eso: algo inesperado y atractivo. Aunque el resultado final no haya sido el mejor, ya era hora de que España se uniera a esta corriente tan particular. Quizá, en unos años, le toque el turno a Cobi, el perro olímpico (también del 92), o a Naranjito, el de la copa mundial del 82. ¿Quién sabe?  

© Netflix

En un año marcado por series sobresalientes en el panorama televisivo español, como lo son Querer, El caso Asunta, Los años nuevos, Celeste y un largo etcétera, 1992 no logra dar la talla y sacar provecho de la idea tan original que había detrás de su sinopsis. Todo ello no quita que será (muy probablemente) un exitazo y terminará colándose en el top 10 de Netflix. Ya juzguen ustedes mismos cuando la vean.

NOTA: ★★☆☆☆

“1992” SE ESTRENA MAÑANA EN NETFLIX.


TRÁILER:

PÓSTER:

© Netflix

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Marta Medina

Marta Medina

Graduada en Estudios Ingleses por la Universidad de Sevilla (US) y con un nivel C2 de inglés. Fundadora de mundoCine con diferentes roles como crítica, redactora y gestora de redes sociales. Amante del cine y seguidora de la temporada de premios y festivales de cine.