CRÍTICA (72SSIFF): “Joker: Folie à Deux”
Una innecesaria e inferior secuela.
La película sorpresa del Festival de San Sebastián siempre es todo un acontecimiento. Las expectativas son muy altas: las entradas se agotan en cuestión de minutos, la intriga crece entre el público y surgen las apuestas. La pregunta en boca de todos era la misma: ¿Será Queer, de Guadagnino? ¿Puede ser Babygirl, de Reijn? ¿Tal vez The Brutalist, de Corbet? ¿O The Apprentice, de Abbasi? En 2019 fue Joker la elegida, y ahora – con un enorme billboard frente al hotel María Cristina que insinuaba su regreso – el icónico payaso de Gotham vuelve al Zinemaldia con su secuela, Joker: Folie à Deux. Una nueva entrega que, ni mucho menos —y aunque parezca paradójico— logra ser una grata sorpresa. Algo, eso sí, que ya sugerían las primeras reacciones en su estreno mundial en la Biennale.
Joker: Folie à Deux se sitúa después los acontecimientos de su predecesora, cuando Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), ahora paciente en el Asilo Arkham de la ciudad de Gotham, está a la espera de ser juzgado por sus crímenes como el Joker (entre los que el público recordará muy bien el del asesinato en directo por televisión del presentador Murray). Aquí, en el asilo, Arthur conoce a Harleen “Lee” Quinzel (Lady Gaga), conocida en el universo de DC simplemente como Harley Quinn. Una interna, obsesionada con él, que le proporciona un acercamiento real al amor y a descubrir esa música que siempre ha estado latente en su interior. Todo ello ocurre mientras los más fieles seguidores del Joker se manifiestan a las puertas del juicio.
La película abre con el clásico logo de Warner Bros y una secuencia animada que evoca totalmente la estética de los Looney Tunes. Una secuencia de animación, titulada Me & My Shadow (en español traducida como Yo y mi sombra) y al son de la canción What The World Needs Now Is Love, creada por el galardonado animador francés Sylvain Chomet (Bienvenidos a Belleville), que es clave para anticipar la defensa que la abogada (Catherine Keener) presentará en el juicio de Fleck: ¿es el Joker una mera disociación mental que padece Arthur o es plenamente consciente de sus actos? La primera opción, por supuesto, es la que su abogada sostendrá con firmeza como su principal (y casi que único) argumento para que se libre de la pena de muerte.
Y es que la trama de Joker: Folie à Deux no hace más que oscilar entre el asilo y el juicio, volviéndose de lo más repetitiva y distanciándose de la novedad y rotura, en lo que al marco del cine de superhéroes se respecta, que supuso la primera película. Una secuela, de nuevo dirigida por Todd Phillips y con un guion (mucho más inferior e insustancial) que Phillips vuelve a coescribir junto a Scott Silver, que se traduce en una entrega innecesaria que no avanza más allá de lo que la primera entrega ya había explorado respecto al personaje del Joker, y dejando de lado el comentario político y social – si bien dio mucho de qué hablar ya entonces – que la original había tratado con tanta eficacia.
En el lado positivo, que lo hay, Joaquin Phoenix (Gladiator), brilla de nuevo como el Joker – y sorprende otra vez por su aspecto físico – aunque el guion vacío no le haga justicia a su total entrega y compromiso con el personaje, y al que se une ahora Lady Gaga (Ha nacido una estrella) para formar una dupla inquietante. También destaca la fotografía fría de Lawrence Sher, así como la memorable y reconocible banda sonora de Hildur Guðnadóttir, y cabe recordar que esta película es un musical encubierto – o jukebox – con números musicales que no aportan mucho a la narrativa, que incluye temas reconocibles como For Once in My Life, Get Happy, That’s Life o Ne me quitte pas.
En definitiva, Joker: Folie à Deux es una película que – una vez más – suscitará mucho debate. Se trata de una secuela innecesaria, aunque claro, habiendo recaudado la primera más de un billón de dólares en taquilla y ganado dos estatuillas, incluida la de Mejor Actor para Phoenix, dos Globos de Oro, el León de Oro, y un largo etcétera de premios y nominaciones, ¿cómo iban a dejar pasar la oportunidad de hacer una segunda parte? Resultaba algo inevitable, pero el resultado deja bastante que desear.
NOTA: ★★☆☆☆
“JOKER: FOLIE À DEUX”, ESTRENO EL 4 DE OCTUBRE EN CINES.
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