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CRÍTICA: “Anatomía de una Caída” (“Anatomy of a Fall”)

La búsqueda de una verdad incierta.

© Elástica Films y Filmin

En el pasado festival de Cannes, en su edición número 76, se alzó con la Palma de Oro a Mejor Película la cinta francesa “Anatomía de una caída”. Una película candidata a todo en la próxima temporada de premios y que llega a los cines españoles de la mano de Elástica Films y Filmin.

La película dirigida por Justine Triet (“El reflejo de Sibyl”) nos presenta a Sandra (Sandra Hüller), una escritora alemana que vive con su hijo Daniel (Milo Machado Graner) y su marido Samuel (Samuel Theis) en un chalé en medio de los Alpes franceses. La escritora tendrá que hacer frente al hecho de que, tras la trágica y misteriosa muerte de su marido, todas las pruebas apunten a que ella lo mató, viéndose obligada a defenderse y hacer ver que su marido realmente cometió suicidio y no fue asesinado.

© Elástica Films y Filmin

Tal y como dijo una vez el filósofo cordobés Séneca: “El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios”. Un concepto, el de rehusar el artificio para centrar la atención del público en lo que realmente importa (la búsqueda de la verdad incierta que nos presenta “Anatomía de una caída”), que se plasma con la puesta en escena austera y la inexistencia de una banda sonora que acompañe este viaje que nos presenta Justine Triet a través de los pormenores de una pareja donde las carencias afectivas y la falta de empatía emocional de sus miembros desemboca en una tragedia.

Unas carencias afectivas que residen en la obviedad de que, como ocurre en todas las parejas, se deben de hacer concesiones, evitando la imposición de ciertas situaciones, y que deriva, en el caso de “Anatomía de una caída”,  en un viaje en el que el espectador se siente uno más, consiguiendo, no solo empatizar con la historia, sino escudriñar todas las emociones que transmiten (o dejan de transmitir) los involucrados en este drama judicial gracias al uso continuado de planos cortos y en primera persona, que además transmiten esa sensación de cotidianidad en las anodinas actividades que el guion escrito de manera conjunta por Arthur Harari (“El león duerme de noche”) y la propia Justine Triet nos describen.

Un guion que te mete de lleno en la acción desde la primera secuencia y que no te suelta en ningún momento, haciéndote partícipe de todo el proceso judicial con el fin de que el espectador sea capaz de formar su propia opinión al respecto, ya que en ningún momento se da una verdad absoluta sobre lo que vemos. Todos son puras conjeturas y teorías argumentadas de manera ligera a lo largo del metraje, donde la consecución de largas escenas y secuencias cargadas de diálogos, imprimen un ritmo lento y pausado, y en el que el misterio se va cocinando a fuego lento, pero sin perder la intensidad de la llama en ningún momento.

© Elástica Films y Filmin

Dos horas y media de puro expresionismo facial por parte del elenco en general, entre el que destaca su protagonista, Sandra Hüller (“La zona de interés”). Con una actuación contenida, la actriz alemana es capaz de reflejar lo complejo y enigmático de su personaje, piedra angular sobre la que se articula la tensión de la cinta. Una cinta con un montaje intuitivo a la hora de mostrar todo lo sucedido y que no se ve necesariamente en pantalla, y que permite sembrar esa sensación de eterna duda sobre la realidad de lo ocurrido que parece querer transmitir la directora a través de la forma desconcertante y desordenada en la que se nos presentan los sucesos.

Y es que, en “Anatomía de una caída”, no te encuentras una respuesta irrefutable sobre la muerte de Samuel. No estamos ante una nueva versión de la “Perdida” de David Fincher o la “Misterio en Venecia” de Kenneth Branagh. Toda la película es una representación sobre el hecho de que, muchas veces, la búsqueda de la verdad no termina con una pista esclarecedora que dé con la respuesta correcta. Muchas veces, la verdad, simplemente, es nuestra verdad.

© Elástica Films y Filmin

En definitiva, “Anatomía de una caída” supone un juego de interpretación y conjeturización intrigante, capaz de hacer amenas sus dos horas y media de duración, gracias a un guion sumamente bien estructurado y una interpretación protagonista que rebosa expresividad en cada plano y que darán de qué hablar en esta temporada de premios.

NOTA: ★★★★★

ANATOMÍA DE UNA CAÍDA”, YA EN CINES.


TRÁILER:

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© Elástica Films y Filmin

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Mario Hernández

Mario Hernández

Cinéfilo granadino de la generación del 98 (1998 más concretamente), amante del cine independiente y las grandes sagas. Entusiasta de una buena sesión de peli y manta, soy graduado en Economía por la Universidad de Granada (UGR) con nivel C1 de inglés. Actualmente, estoy realizando el curso de Crítica de Cine en la Escuela de Escritores de Madrid.