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CRÍTICA: “Del Revés 2” (“Inside Out 2”)

Vuelta a la adolescencia más estresante.

© Disney

Probablemente, para encontrar el último gran éxito original de Pixar, tengamos que remontarnos a 2015, año en el que encontraríamos Del revés. Una película en la que, la compañía absorbida por Disney en 2006, rizaba el rizo en eso de dotar de sentimientos a elementos u objetos que en principio no deberían de tenerlos, otorgándole sentimientos a los sentimientos.

Concretamente, la cinta profundiza en los sentimientos primarios de alegría, tristeza, ira, miedo y desagrado que experimentaba Riley, una niña que tiene que dejar atrás su hogar y mudarse junto a su familia a San Francisco. Un cambio que la niña de 11 años tiene que afrontar, y que dará lugar a que dos de sus emociones, Alegría y Tristeza, tengan que embarcarse en un viaje por la mente de Riley. Visto así, la precuela de esta Del revés 2 supone un viaje hacia la aceptación de una de las emociones que menos agrada a la gente: la tristeza. Un viaje hacia la aceptación que funciona también como core principal de esta secuela, pero con unas (emociones) protagonistas diferentes.

Y es que, en esta nueva entrega, Riley ha dejado atrás los días de niñez, y se encamina a uno de los momentos clave en el desarrollo de toda persona: la adolescencia. Un periodo de lo más convulso, y que supone la madurez tanto física como mental de Riley. Y fruto de esta madurez, aparecen nuevas emociones que acompañarán a las antiguas: Envidia, Pereza, Timidez, y la más absorbente de todas, Ansiedad.  Un grupo de emociones que entran cual elefante en una cacharrería, poniendo patas arriba la vida de Riley, y de las emociones que, hasta el momento, estaban rigiendo la infancia de la chica.

© Disney

Con todo esto en mente – nunca mejor dicho –, los guionistas Meg LeFauve, quien ya guionizó la precuela, y Dave Holstein (Kidding), saben dibujar a la perfección la identidad prototípica de un adolescente intentando ser aceptado por sus compañeros, reflejando de manera acertada la amplia gama de reacciones y comportamientos que este puede llegar a realizar. Un nuevo logro por trasladar la psique de una persona a la gran pantalla, cargado de una viveza visual y estilística prácticamente idéntica a su predecesora.

© Disney

Sin embargo, la estructura que siguen para narrar los acontecimientos también es prácticamente idéntica a la que se ve en Del revés, dejando al espectador con la sensación de que está reviviendo algo que ya vio nueve años atrás.

A pesar de esto, y gracias a un humor que encandilará a pequeños y adultos, y a buenas dosis de emotividad destinada a aquellos espectadores que sean padres y madres, el director Kelsey Mann (Monstruos University: Fiestódromo) logra hacer de este déjà vu uno muy agradable. Un director que coordina a la perfección las distintas personalidades tan variopintas a las que deja a cargo de la mente de la pobre Riley, dándonos momentos con los que más de un espectador se sentirá identificado. Y ahí es donde reside la magia de la película.

Del revés 2 consigue hacer que el espectador pueda sentirse reflejado en Riley, dándole una representación animada a muchas situaciones que ha experimentado a lo largo de su vida, ayudando a conectar con sus emociones más profundas. Algo que en el cine del Hollywood contemporáneo, cada vez es más difícil de encontrar.

© Disney

Por todo ello, Del revés 2 se erige como una muy buena secuela de la que probablemente sea uno de los mayores éxitos de la historia de Pixar, actualizando la fórmula que en su momento cautivó a tantísimos espectadores, y en la que se va un paso más allá a la hora de plasmar de manera animada la psique de una Riley mucho más madura y compleja de la que vimos en Del revés. Se pierde el factor sorpresa, pero se gana el factor adolescencia.

NOTA: ★★★★☆

“DEL REVÉS 2”, ESTRENO MAÑANA EN CINES.


TRÁILER:

PÓSTER:

© Disney

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Mario Hernández

Mario Hernández

Cinéfilo granadino de la generación del 98 (1998 más concretamente), amante del cine independiente y las grandes sagas. Entusiasta de una buena sesión de peli y manta, soy graduado en Economía por la Universidad de Granada (UGR) con nivel C1 de inglés. Actualmente, estoy realizando el curso de Crítica de Cine en la Escuela de Escritores de Madrid.