CRÍTICA: «Día Cero» («Zero Day»)
De Niro vs ciberterrorismo.
Parece que Netflix intenta advertirnos de algo. Y es que, después de los niños híbridos nacidos por una pandemia (Sweet Tooth), caricaturizar a la sociedad ante un meteorito que puede chocar contra la Tierra (No mires arriba) –y, fuera bromas, de eso ahora tenemos un 3% de probabilidad de que pase– o un devastador ciberataque (Dejar el mundo atrás), ahora nos trae otro más de esto último en su miniserie Día cero.
Porque en Día cero, un ciberataque de un solo minuto de duración causa el caos en los Estados Unidos: apagones masivos, dispositivos electrónicos inservibles, el control del tráfico aéreo anulado y trenes redirigidos al mismo tramo de vía. El resultado son 3.402 muertes y una inquietante advertencia en todas las pantallas: «Esto volverá a ocurrir». Ante tal crisis, George Mullen (De Niro), un respetable ex presidente de los Estados Unidos es sacado de su retiro y es nombrado líder de la Comisión Día Cero por la actual presidenta (Bassett) para, digámoslo claro, comerse el marrón: buscar a quién ha movido los hilos del ataque, dar la cara y responder a todo un país que entra en pánico y que quiere respuestas.
Estamos ante un thriller político de gran calibre –solo hay que mirar su reparto– ideado por una dupla de periodistas del terreno: Michael S. Schmidt (corresponsal del New York Times) y Noah Oppenheim (ex productor de la NBC). Su bagaje en el mundo del periodismo político les permite elaborar una historia espeluznantemente plausible: un escenario de pesadilla geopolítica que bebe de ese miedo contemporáneo a un colapso digital total, así como de las teorías de la conspiración, las fake news y la desinformación.
En total, son seis episodios de aproximadamente 40 minutos que están sobriamente escritos y que saben moverse con precisión en el engranaje del thriller político, beneficiándose también de la dirección de Lesli Linka Glatter, que cuenta sobradamente con experiencia en series del estilo tras su paso por Homeland, sabiendo cómo darle a esta producción una atmósfera de tensión controlada, con intrigas, pero sin excederse. Donde la miniserie tropieza es en el segundo y tercer episodio, con varios baches de ritmo cuando su trama se detiene en abundancia en los aparentes signos de deterioro cognitivo de Mullen –un misterio no a la altura de lo que acontece a su alrededor– y con cierto estancamiento en la búsqueda de los responsables del Día Cero, que avanza a trompicones.
Una serie que además cuenta con un impecable reparto coral de lujo, encabezado por Robert De Niro (Los asesinos de la luna) en su primerísimo papel regular en una serie y acompañado de una lista de nombres que pocos pueden igualar. Entre ellos, el robaescenas de Jesse Plemons (Civil War) como el asistente del ex presidente, la reina de Wakanda ahora convertida en presidenta, Angela Bassett –did the thing–, Dan Stevens (Abigail) como el ruidoso presentador de un popular programa de televisión que pone de los nervios a Mullen, y otros como Joan Allen (La habitación) como la mujer de Mullen y Lizzy Caplan (Chicas malas) como su hija, Connie Britton (The White Lotus) como ex jefa de gabinete, Matthew Modine (Oppenheimer) como presidente de la cámara, Bill Camp (Presunto inocente) como el director de la CIA y Gaby Hoffmann (Eric) como una mujer billonaria.
Día cero es una miniserie con buen pulso que subraya la fragilidad de nuestro mundo, cada vez más dependiente de la tecnología, y en el que un ciberataque es más que posible. No sobresale en el género, pero, sin duda, el salto de Robert De Niro a la pequeña pantalla es un acontecimiento que no hay que perderse.
NOTA: ★★★½
«DÍA CERO», ESTRENO HOY EN NETFLIX.
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