CRÍTICA: “John Wick 4”

El género de acción renace a lo grande gracias a “John Wick 4”.

El género de acción renace a lo grande gracias a “John Wick 4”. Nunca antes se había visto una película con tanta acción como ésta y es que, en esta saga, las secuencias de acción han ido mejorando y mejorando a más no poder. Las secuencias de acción no han hecho más que evolucionar con el tiempo. Con nuevos personajes secundarios que enriquecen la trama, el hombre del saco como nunca y una fotografía y coreografía insuperables, “John Wick 4” hace historia. Y si estáis preocupados por la duración de la película, 169 minutos (2h 49m), siendo la más larga de la saga, no lo estéis. En ningún momento se hace aburrida o pesada, de hecho, cuando acaba, te quedarás con ganas de más.

Siguiendo con la historia que dejó el capítulo 3 de la saga, con la ayuda del Rey Bowery (Laurence Fishburne), John Wick (Keanu Reeves) se dispone a dar caza a la Alta Mesa de una vez por todas. Pero para poder ganarse su libertad, Wick debe enfrentarse a un nuevo enemigo con poderosas alianzas en todo el mundo, capaz de convertir a viejos amigos en enemigos, el Marqués de Gramont (Bill Skarsgard), el nuevo representante de la Alta Mesa, que ha aumentado la recompensa por la cabeza de Wick y le está buscando por todo el mundo. Para ello, el Marqués solicita la ayuda de un legendario asesino ciego llamado Caine (Donnie Yen), un viejo amigo de Wick, y por si él falla, también recluta a un rastreador (Shamier Anderson), que cuenta con un perro de caza noble y fiel a su lado, para que localice a Wick antes de que encuentre la forma de librarse de la Alta Mesa. Mientras tanto, Winston (Ian McShane) idea un plan para ayudar a Wick.

Al principio de “John Wick 4”, uno piensa que la película va a estar en la línea de las otras entregas de la saga. Sin embargo, poco después nos sorprende con una trama, coreografía y secuencias de combate muy revolucionarias e innovadoras dentro de su género, que sin duda marcarán un antes y un después en las películas de acción. Hay una escena en concreto que parece sacada de un videojuego con una secuencia rodada con un plano cenital sobre las habitaciones de un edificio mientras Wick acaba con unos sicarios. Pero no es la única escena que impresiona. Son varias las escenas que que nos sorprenden a lo largo de la película, sobre todo aquellas que tienen lugar en el último acto como la que ocurre en el Arco del Triunfo en París. También hay que destacar la gran iluminación, fotografía y sonido que tiene la película. En todo momento, “John Wick 4” es una película visualmente espléndida y tiene un sonido que nos sumerge de lleno.

Keanu Reeves brilla como nunca como John Wick. El actor se sometió a 12 semanas de entrenamiento de artes marciales y conducción de riesgo para realizar él mismo la mayor parte de las escenas de acción y eso es algo admirable. En cuanto al reparto, se han añadido nuevos actores secundarios que han engrandecido la película; Donnie Yen y Shamier Anderson están ambos brillantes y consiguen añadir tensión a la historia y a su vez empatía y carisma.

“John Wick 4” consigue innovar y sorprender al espectador. Es la más impredecible de todas y es muy difícil olvidarse de muchas de sus escenas. Todo amante de las películas de acción quedarán muy satisfechos con la cuarta entrega de la saga aunque seguramente se quedarán algo confusos con el final ambiguo de ésta. Ahora mismo en lo único que podemos pensar es en si habrá o no habrá quinta entrega y en cómo podrán superarse una vez más si es que hay una quinta parte. Por ahora, podremos conformarnos con el spin-off de “John Wick”, “Ballerina”, protagonizado por Ana de Armas y que llegará el año que viene, y la serie de “El Continental” que saldrá este año en Amazon Prime.

NOTA: ★★★★½

“JOHN WICK 4”, YA EN CINES.

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