CRÍTICA: “Sunny” – Temporada 1
Un retrato de la soledad y la conexión en un mundo robotizado con sello A24.
¿Qué puede salir mal en una serie que comienza con el distintivo “an A24 production”? ¿Y si además estuviera ambientada en un futuro cercano donde hay robots? A24 no es un estudio que haya saturado el mercado con historias distópicas de este tipo; al contrario, solo ha estrenado dos películas semejantes, ambas excepcionales: Ex Machina y Despidiendo a Yang. Por eso, si te digo que la nueva serie futurista de Apple TV+ es una colaboración con A24, más vale que prestes mucha atención.
Basada en la novela The Dark Manual, de Colin O’Sullivan, autor irlandés residente en Japón, Sunny sigue a Suzie (Rashida Jones), una mujer estadounidense que vive en Kioto y cuya vida se ve trastocada cuando su marido Masa Sakamoto (Hidetoshi Nishijima) y su hijo Zen (Fares Belkheir) desaparecen en un misterioso accidente de avión. Como consuelo, Suzie recibe a Sunny, uno de los nuevos robots domésticos fabricados por la empresa de electrónica de su marido, ante la sorpresa de Suzie, que vivía engañada creyendo que él trabajaba para una empresa de refrigeración. Aunque al principio Suzie se resiste a los intentos de Sunny de llenar el vacío de su vida, poco a poco entablan una inesperada amistad a medida que juntas descubren la oscura verdad de lo que le ocurrió a Masa y a Zen y se ven peligrosamente envueltas en un mundo que Suzie nunca supo que existía.
Sunny es una serie de 10 episodios de aproximadamente 30 minutos que, desde su violenta e impactante secuencia inicial en el primer episodio, donde un robot golpea hasta la muerte a un humano, invita al espectador a adentrarse en ese mundo de avances tecnológicos al que nos conducen los últimos progresos en inteligencia artificial, indagando tanto en su lado bueno como en sus (evidentes) peligros – ambos muy bien expuestos en su original e imaginativo episodio 9, que marca un giro de 180 grados en su estilo, bajo la dirección de Makoto Nagahisa (Wî â Ritoru Zonbîzu).
Una serie situada en un Japón futurista, en las ciudades de Tokio y Kioto, con claras influencias japonesas durante la totalidad de su extensión – particularmente acentuadas en sus créditos iniciales animados de estilo anime y a ritmo de una canción japonesa, en el uso del zoom-in o en el tema principal de la película Tokyo Drifter, que silva uno de los personajes de la serie.
Una serie cuyo núcleo está en la relación entre la solitaria y algo misántropa Suzie, interpretada notablemente por Rashida Jones (Parks and Recreation, Silo), y Sunny, la carismática robot protagonista – en la novela, robot masculino – de carácter alegre, voz enérgica y con expresiones faciales bastante definidas y muy visiblemente inspiradas en el manga y el anime. Una relación entre ambas caracterizada al principio por la desconfianza de Suzie hacia Sunny – y que después de ver la secuencia inicial, seamos sinceros, no la culpamos – que actúa como si de una versión adulta y a lo Black Mirror de Baymax de Big Hero 6 se tratara, ayudándola a enfrentarse a su duelo – como ya lo hizo Baymax con Hiro –, pero también acompañándola en una peligrosa misión en busca de respuestas para descubrir la verdad detrás del misterioso accidente de avión y el oscuro pasado de su marido, interpretado por Hidetoshi Nishijima (Drive My Car) – en lo que supone su debut en la actuación en inglés – y al que conocemos mediante flashbacks, inicialmente desde la perspectiva de Suzie y luego desde el punto de vista de él.
Además de drama y misterio, la serie destaca por su humor , a menudo sarcástico y muy perspicaz, como ocurre en el primer episodio con las familias de las víctimas del accidente aéreo o en el quinto episodio en el que se incluye un gag de la canción de Whitney Houston, I Will Always Love You. Pero, sobre todo, gran parte de este humor llega de la mano de Sunny, por ejemplo, cuando desconfía de Mixxy, un personaje interpretado por Annie the Clumsy, que se une a la pareja protagonista y que nos regala momentos muy divertidos, o la propia relación entre Suzie y Sunny.
Ahora bien, a medida que avanza la trama, Sunny tiene problemas para mantener un equilibrio narrativo. Un equilibrio que tanto domina en sus primeros episodios, pero que se pierde cuando la serie empieza a poner el foco también en otros personajes secundarios como la antagonista principal, interpretada por YOU, o Noriko, la madre de Masa y suegra de Suzie, interpretada por Judy Ongg.
En definitiva, Sunny es una serie que, más que por su trama, sorprende por su humor y su exploración de la soledad y la relación entre humanos y máquinas. Una serie que alimenta tanto la tecnofobia como el lado bueno de la tecnología y cuyo final de la primera temporada deja las puertas abiertas a una segunda temporada, a falta de renovación.
NOTA: ★★★½
LOS DOS PRIMEROS EPISODIOS DE “SUNNY” SE ESTRENAN MAÑANA EN APPLE TV+, CON UN NUEVO EPISODIO CADA MIÉRCOLES HASTA EL 4 DE SEPTIEMBRE.
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