CRÍTICA: “The Boys” – Temporada 4
Vuelve The Boys con la sátira más salvaje y desmedida de su historia.
Cuando The Boys se estrenó allá en 2019, nadie se imaginaba el fenómeno en el que se iba a convertir. Bastó con aquella secuencia inicial – con la novia de Hughie volando en pedazos por culpa de A-Train – para saber que no se trataba de una serie de superhéroes más. Todo ese descaro irreverente y ultraviolento no solo redefinió el género, sino que también dio lugar a la creación del fascinante spin-off Gen V. Y es que, en su cuarta temporada, The Boys, una serie que ha desafiado las convenciones y de la que ya se ha anunciado una última quinta temporada, sigue dando a los fans exactamente lo que buscan y mucho más, al mismo tiempo que mantiene ese tono cáustico y satírico que la convirtió en un exitazo.
En la cuarta temporada de The Boys, compuesta por ocho episodios de aproximadamente una hora cada uno, el mundo está al límite. Victoria Neuman (Claudia Doumit) está más cerca que nunca de alcanzar el despacho oval y se encuentra bajo el férreo control de Patriota (Antony Starr). Carnicero (Karl Urban), a quien le quedan meses de vida y con el tiempo en su contra para salvar a Ryan (Cameron Crovetti) de la influencia maligna de Patriota, ha perdido el liderazgo de The Boys, con un equipo – formado por Hughie (Jack Quaid), Mother’s Milk (Laz Alonso), Frenchie (Tomer Capone), Kimiko (Karen Fukuhara) y ahora con Annie (Erin Moriarty), alias Starlight – harto de sus mentiras. Con más en juego que nunca, el equipo debe colaborar y encontrar una manera de salvar el mundo antes de que sea demasiado tarde. Con la incorporación de Sister Sage (Susan Heyward) y Firecracker (Valorie Curry) a Los Siete, y la existencia de un virus que puede matar a los Supers (algo que se abordó en la serie spin-off “Gen V”, de visionado no obligatorio previo a esta temporada, pero sí una serie muy recomendable que no hay que perderse), la situación se desmadra una vez más.
Esta cuarta temporada de The Boys mantiene la esencia que la ha caracterizado desde sus inicios. Es tan violenta, sangrienta, disparatada y salvaje como siempre, y los fans de las tres temporadas anteriores la disfrutarán sin ninguna duda. La serie continúa con su humor negro sin filtros, su hiperviolencia gráfica e hipersexualidad incómoda, respaldada por unos efectos visuales fantásticos y muy solventes que hacen que cada escena parezca increíblemente realista, siendo especialmente destacables en esta nueva temporada las escenas de acción y espléndidamente coreografiadas de la convención de teorías conspiranoicas, la TruthCon, en el segundo episodio, el ensayo del musical de patinaje sobre hielo, Vought on Ice, en el tercero, el primer team-up entre Hughie y Kimiko en el cuarto o el conflicto en una granja del quinto.
Una cuarta temporada que, más que subir el nivel de esas escenas hiperviolentas e hipersexuales de las que veníamos hablando (porque ya están en lo más alto), eleva al cuadrado esa crítica satírica social y política de las temporadas anteriores. Y sí, The Boys siempre ha sido una serie muy atrevida en este aspecto, pero en esta temporada llega aún más lejos. Con un guion que en otras manos podría ser un absoluto desastre, la nueva temporada no teme abordar satíricamente temas como la corrupción, la pedofilia, el aborto, la inmigración, el feminismo, el racismo, los derechos del colectivo de LGBT y un largo etcétera. Y lo hace de manera provocativa, mencionando incluso nombres reales como el de Shia LaBeouf o aludiendo a películas como Un sueño posible (con un cameo incluido de un actor que no revelaremos), creando una canción a lo Muppets con un supuesto “trasfondo educativo” contra los antifascistas (y permítanme decir que es muy pegadiza) o parodiando a la mismísima Marvel con una convención, la 52 Expo, que ofrece a los fans un vistazo a los próximos proyectos cinematográficos y televisivos de Vought, incluyendo uno protagonizado por los actores de Gen V, Cate (Maddie Phillips) y Sam (Asa Germann), que aparecen a modo de cameo. El resultado de todo ello son escenas hilarantes, divertidísimas, ingeniosas y mordazmente satíricas.
En relación a los personajes, esta cuarta temporada no tiene realmente ese nuevo personaje que sobresalga en la medida que lo hicieron Stormfront (Aya Cash) y Soldier Boy (Jensen Ackles), en las temporadas dos y tres respectivamente. Aunque se unen dos nuevos miembros a Los Siete, Sister Sage, una Super con superinteligencia que la convierte en la mujer más lista del mundo y cuya inteligencia es utilizada por Patriota para concebir planes más elaborados y milimetrados (y que no quepa duda: muy malvados), y Firecracker, una anti-Starlight que en su tiempo libre hace videos propagando fake news y mensajes ultrarradicales y que lleva parte del peso de ese discurso satírico del que hablábamos anteriormente, ninguna de ellas alcanza el mismo impacto que Stormfront o Soldier Boy. También se une a esta temporada el actor Jeffrey Dean Morgan, más conocido por su papel como Negan en The Walking Dead, interpretando a Joe Kessler, un contacto de la CIA que se reencuentra con Carnicero en el primer episodio, pero con un papel mucho más secundario de lo esperado.
A pesar de la falta de un nuevo personaje prominente, esta temporada no se ve perjudicada por ello, de hecho, lo utiliza a su favor para un desarrollo más profundo de los protagonistas. Las actuaciones de Anthony Starr como Patriota y Karl Urban como Carnicero siguen siendo excepcionales y continúan siendo el núcleo de la serie. Además, la nueva temporada tiene unas ‘backstories’ muy interesantes y el pasado es un tema muy recurrente entre sus personajes. Vemos a Hughie por primera vez en la serie encontrarse con su madre (Rosemarie Dewitt), que le abandonó cuando tenía seis años, algo que da lugar a momentos muy emotivos y permite a la serie profundizar en él (tranquilos, esta subtrama no impide que Hughie se llene de sangre). También vemos a Frenchie enfrentarse a la culpa por todos los asesinatos que cometió cuando pertenecía a la mafia rusa. Por otro lado, Kimiko revive recuerdos dolorosos en flashbacks muy fugaces que revelan la verdadera razón por la que perdió su voz. Annie, por su parte, rememora aquellos concursos en los que participaba de pequeña. Incluso Patriota tiene sus propios momentos de “introspección”, visitando el laboratorio donde fue criado, o A-Train, al que en esta temporada conocemos más a fondo y que ha sido todo un acierto.
En definitiva, la cuarta temporada de The Boys está a la altura de las temporadas anteriores y tiene un final que prepara el camino para la quinta y última temporada de la serie. Con su humor negro sin filtros, su violencia sangrienta y diabólica, sus actuaciones sobresalientes, sobre todo por parte de Anthony Starr y Karl Urban, y unos últimos episodios repletos de plot twists, esta temporada se consolida como una de las más atrevidas y provocativas hasta la fecha.
NOTA: ★★★★½
LOS TRES PRIMEROS EPISODIOS DE LA CUARTA TEMPORADA DE “THE BOYS” SE ESTRENAN EL JUEVES EN PRIME VIDEO, SEGUIDOS DE UN NUEVO EPISODIO CADA SEMANA, PARA CULMINAR CON EL ÉPICO FINAL DE TEMPORADA EL JUEVES 18 DE JULIO.
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