CRÍTICA: “The Marvels”
Más alto, más lejos, pero demasiado rápido.
A estas alturas de la historia, después de treinta y tres películas y nueve series, sería injusto (a la par que absurdo) valorar e interpretar cualquier producción del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) como una entidad propia e independiente. Todas y cada una de ellas, en mayor o menor medida, se nutren y explotan situaciones o arcos narrativos que hemos presenciado anteriormente en este universo compartido. Universo que comenzó en 2008 con “Iron Man”, y que a día de hoy, se ha convertido en una entidad propia dentro del mundo del cine (y de las series). Una entidad que en los últimos años ha mostrado más flaquezas que grandezas, donde los títulos que recuerdan a los buenos (y viejos) tiempos se pueden contar con los dedos de una mano. Y resulta curioso cómo, el mismo día en el que se estrena lo que probablemente sea una de las obras cumbres del UCM, como es el último capítulo de la segunda temporada de “Loki”, también se estrena, en este caso en cines, una de las producciones peor gestionadas por la franquicia que preside Kevin Feige: “The Marvels”.
Y digo mal gestionada porque, en el fondo, la idea y objetivo de la cinta estaban bien planteados. El guion, escrito conjuntamente por Nia DaCosta (“Little Woods”), Megan McDonell (“Meet Cute”) y Elissa Karasik (“Loki”), nos muestra cómo, debido a cosas del destino, los poderes de Kamala Khan (Iman Vellani), Monica Rambeau (Teyonah Parris), y Carol Danvers (Brie Larson), quedan entrelazados, teniendo que hacer frente a una amenaza desesperada (la antagonista interpretada por Zawe Ashton, Dar-Benn) con la intención de hacer lo que sea necesario para salvar a su pueblo de una inminente destrucción. Todo ello, bajo el objetivo de hacer crecer a las tres superheroínas y apoyarse las unas a las otras, al mismo tiempo que la Capitana Marvel va dejando a un lado ese carácter frío y de “lobo solitario” que la caracteriza.
Sobre el papel, parece una premisa interesante, capaz de marcar un antes y un después en el UCM, y dando como resultado una película que redima y nos quite ese mal sabor de boca que nos dejó la primera entrega en solitario del personaje interpretado por Brie Larson. Sin embargo, la película cuenta con un par de enemigos más poderosos que el propio Thanos, que le impiden alcanzar este objetivo de manera satisfactoria: el ritmo y el tempo.
Y es que, durante la poco más de hora y media de duración, “The Marvels” realiza una gestión pésima del ritmo y los tempos narrativos, tratando de abarcar más líneas argumentales de las que puede desarrollar correctamente su trama en tan poco tiempo de metraje, y que dan como resultado un guion con un desarrollo pobre, en el que da la sensación de no estar pasando nada. De este modo, se obtiene una consecución de escenas con cierto nivel de frenetismo visual, pero que no consiguen aportar gran cosa al avance de la trama o al desarrollo de los personajes, el cual solo se atisba de manera superficial. Muchas de las subtramas se quedan en el limbo, debido a que la faceta de desarrollo del personaje a la que pertenecen no termina de profundizarse, dando la sensación de que están impostadas y que los continuos “reshoots” que ha sufrido la cinta estaban destinados a contentar al espectador medio del UCM, a base de un entretenimiento vacío y apático. Algo que se consigue en detrimento de darle el tiempo necesario a cada personaje y aspecto que se trata en la cinta, y que le hubiera dado mucho más trasfondo a la belleza visual que inunda esta cinta, convirtiendo a “The Marvels” en una de las mejores cintas post “Endgame”.
Una película, que en cambio, actúa como si de un transformador a ojos de un niño chico sin conocimiento alguno de cómo funciona tal aparato se tratase. Un transformador que, sin dejar muy claro la forma en la que funciona debido a una trama llena de “porque síes” y conveniencia de guion, recoge una serie de inputs (en este caso: “WandaVision”, “Ms Marvel” y “Capitana Marvel”), y los modifica para crear unos outputs (el futuro del UCM) totalmente diferentes, creando una película cuyo único objetivo es forzar la entrada de una serie de personajes fundamentales para el devenir de la franquicia. Franquicia que cada vez deja más palpable la poca independencia creativa que se le otorga a los directores y guionistas de los distintos proyectos que producen, y que dan como resultado productos prototípicos sin ningún tipo de impronta personal.
Algo que, en el caso de “The Marvels”, le toca sufrir a su directora Ni DaCosta, cuyo toque personal queda relegado al juego de cámaras característico de obras pasadas (siendo el ejemplo más claro la reciente “Candyman”), y que en esta cinta aporta dinamismo a las secuencias de acción y convulsión inherentes a este género.
Un género donde los villanos suelen suponer una amenaza universal o lo suficientemente grande como para que nuestro/a protagonista deba de acudir al rescate, pero que en el caso de “The Marvels”, actúa como un antagonista realmente concebido para hacer avanzar la trama. En este sentido, Dar-Benn, es de lo poco salvable dentro de la cinta, siendo el personaje clave a la hora de “unir” a las tres protagonistas, además de encarnar la necesidad de redención y autoperdón que experimenta Carol Danver a lo largo de la película. Algo que, lamentablemente, solo se atisba de manera fugaz, imponiendo al espectador una obligación de interpretación mayúscula que no le corresponde, algo que se hubiera evitado si se hubiera tratado con mayor tiento el desarrollo de los personajes y los tempos narrativos.
© Disney
En definitiva, “The Marvels” supone una película ciertamente disfrutable para los fans incondicionales del UCM (quienes deben venir con los deberes bien hechos en cuanto a haber visto según que series y películas), pero que se concibe como una apuesta por el frenetismo visual y narrativo, en la que se sacrifica el desarrollo adecuado de los personajes y la coherencia y cohesión de la trama, dando como resultado, una de las películas peor gestionadas del UCM.
NOTA: ★★☆☆☆
“THE MARVELS”, YA EN CINES.
TRÁILER:
PÓSTER:
© Disney
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