CRÍTICA: «The Monkey»
Leña al mono.

Osgood Perkins, hijo del mítico Anthony «Norman Bates» Perkins, es el director de moda en el género de terror. Hace menos de un año llegaba a nuestras carteleras Longlegs, que tuvo una acogida crítica muy buena, aunque tal vez un tanto inflada, ya que algunos se lanzaron a compararla con El silencio de los corderos y, francamente, no era el caso. Si que había en aquella una interesante creación de atmósfera, de retrato oscuro de la América rural profunda, que se diluía en un esqueleto argumental bastante endeble y confuso.
En este caso, Perkins, acompañado en la producción por James Wan (Saw, Aquaman y el reino perdido), adapta un relato corto de Stephen King para contar la historia de dos hermanos gemelos que se tienen que enfrentar a un ignominioso mono de juguete. Dicho simio de carácter «lúdico» tiene una pequeña peculiaridad: cada vez que toca su pequeño tambor, alguien que pasa por ahí muere de forma disparatada y sangrienta. Y con esto ya tendríamos el argumento, una sucesión de muertes «tarantinianas» enmarcadas en un humor negro –tirando a rojo sangre– que lo baña –literalmente–todo. The Monkey no es una película de terror al uso, sino más bien una comedia «splatter» que parece partir de la premisa… Si todos tenemos que morir…¿por qué no hacerlo de forma divertida?

Planea también sobre la cinta el espíritu de la ya de culto Destino final, donde la muerte tenía un plan e iba buscando a sus víctimas de las más imaginativas maneras. Lamentablemente The Monkey se agota en su propuesta a la media hora de metraje. El prometedor arranque, incluyendo un maravilloso parlamento del personaje de la madre de los gemelos que es toda una declaración, negrísima y muy divertida, de intenciones, da paso a una concatenación de muertes que no resultan especialmente creativas. Vistas las dos o tres primeras, se pierde el efecto sorpresa.

Y es que da la impresión de que The Monkey está más estirada que una cara sometida a un lifting, que hubiera funcionado mucho mejor como un capítulo corto en una antología de tres o cuatro historias. Porque el director parece mucho más interesado en esas muertes sangrientas que en la propia historia, de la que por momentos parece olvidarse. Viendo su filmografía, todo parece indicar que Perkins es sin duda mejor director, creador de atmósferas opresivas como hemos señalado, que guionista de historias que enganchan y personajes sólidos. Theo James (The White Lotus, Divergente), el poco carismático actor que interpreta a los dos hermanos, tampoco ayuda a mantener el interés.

En conclusión, The Monkey es una flipada de Perkins que empieza muy bien, con ritmo, humor salvaje y capacidad de sorpresa, pero que poco a poco se va quedando sin cuerda. Que es disfrutable a ratos y que seguramente podría haber apostado más por esa comedia tan bruta del primer acto, con gags construidos a base de cortes abruptos en el montaje, que por las meras muertes y un intento de drama familiar hacia el final que no interesa en lo más mínimo. Al final, nos queda la duda de si la imagen de un estúpido mono que a golpe de platillo provoca caos, destrucción y muerte de forma indiscriminada a su alrededor, podría ser una clara metáfora de algún que otro «líder» mundial con la misma crueldad que el macaco asesino…
NOTA: ★★½
«THE MONKEY», YA EN CINES.
TRÁILER:
PÓSTER:

¡SÍGUENOS!
- CRÍTICA: «Presence» - marzo 10, 2025
- Pablo Fernández Barba predice los ganadores de los Premios Óscar 2025. - febrero 24, 2025
- CRÍTICA: «The Monkey» - febrero 24, 2025