CRÍTICA: “Those About to Die” – Temporada 1
Un quiero y no puedo romano.
El impacto del Imperio Romano en la industria del cine y de las series de televisión ha sido innegable a lo largo de los años. Desde épicas clásicas como Ben-Hur y Gladiator, hasta series más recientes como Roma y Spartacus: Sangre y arena, la fascinación por la antigua Roma ha cautivado a audiencias de todo el mundo. Una obsesión que no es solo un fenómeno cinematográfico; sino que también se ha convertido en un meme cultural el señalar que, de manera casi inconsciente, los hombres suelen pensar en el Imperio Romano con frecuencia. Esta fascinación cultural y su representación en los medios han perpetuado la imagen de Roma como un símbolo de poder, intriga política y espectáculo grandioso.
En este contexto, Those About to Die, creada y dirigida por Robert Rodat (Falling Skies), y basada en la saga de novelas homónima de Daniel P. Mannix, se presenta como una adición ambiciosa a este legado cinematográfico.
Una adición que pone su punto de mira en la Roma del año 79 d.C, ciudad en la que se intenta mantener a la población controlada. Una tarea que no es para nada fácil, ya que los habitantes de la urbe están cada vez más alterados debido al auge de las carreras de carruajes: una nueva forma de entretenimiento que provoca una irrefrenable sed de sangre, codicia por el dinero, ansia de poder e, incluso, corrupción. Debido al apogeo de este nuevo pasatiempo, se crea un espacio grandioso para acoger, principalmente, los enfrentamientos entre los gladiadores. Un lugar llamado Coliseo, en torno al que, enseguida, surge un turbio inframundo regido por las apuestas.
Así pues, Those About to Die se erige como una serie que destaca por su impresionante recreación histórica, pero que sufre debido a un guion débil y un drama excesivamente exagerado.
Y es que, uno de los aspectos más impresionantes de Those About to Die es la meticulosa atención al detalle con la que se ha recreado el contexto histórico de la antigua Roma. El trabajo de producción es del todo encomiable, siendo capaz de capturar la opulencia y la decadencia del imperio romano, desde las majestuosas estructuras del Coliseo, hasta las bulliciosas calles llenas de mercaderes y ciudadanos de todas las clases sociales. La serie logra transportar al espectador a una era lejana, proporcionando una experiencia visual rica y auténtica que es difícil de encontrar en otras producciones históricas de este tipo. Esto provoca que sea evidente que los escenarios, tanto naturales como construidos, han sido cuidadosamente seleccionados y diseñados para ofrecer una representación precisa y vívida de la vida en la antigua Roma.
A esto, hay que añadirle el hecho de que el diseño de vestuario, a cargo de Giovanni Casalnuovo (Se busca), sea otro de los puntos fuertes con los que cuenta la serie de Prime Video. Con trajes que reflejan fielmente la vestimenta de la época – desde las túnicas de los ciudadanos comunes hasta las armaduras de los gladiadores y los atuendos de la nobleza –, la atención al detalle en la forma de vestir y el armamento añade una capa de autenticidad que enriquece la narrativa visual de la Those About to Die.
Pero no solo por la vistosidad visual vive la serie. Un elemento que sin duda enriquece a esta nueva producción histórica es la actuación de Anthony Hopkins como Vespasiano. Hopkins (El silencio de los corderos), con su vasta experiencia y talento, logra imbuir a su personaje con una presencia imponente y una complejidad emocional que se destaca en medio de un elenco por lo demás inconsistente. Su interpretación de Vespasiano es magistral, llena de matices y sutilezas que aportan una profundidad a su personaje que el guion a menudo no proporciona, logrando transmitir tanto la autoridad de un emperador, como las vulnerabilidades de un hombre que enfrenta desafíos personales y políticos.
Sin embargo, a pesar de sus impresionantes valores de producción y la sobresaliente actuación de Hopkins, Those About to Die se ve gravemente afectada por un guion que deja mucho que desear. La narrativa se siente a menudo dispersa y falta de cohesión, con tramas secundarias que parecen insertadas sin un propósito claro y personajes cuyas motivaciones no siempre están bien definidas. El diálogo, en muchos momentos, cae en el cliché y carece de la profundidad necesaria para sostener la complejidad de la trama, resultando en una desconexión emocional con los personajes, y haciendo que sea difícil para el espectador invertir en sus destinos.
Además, la serie sufre de un drama excesivamente exagerado que a menudo roza lo melodramático. Las escenas de confrontación y conflicto están cargadas de una intensidad forzada que en lugar de generar tensión, termina por parecer artificial y poco creíble. Este enfoque excesivo en el drama puede llegar a ser agotador para el espectador, disminuyendo el impacto de los momentos que realmente deberían destacar por su emotividad o gravedad.
La dirección de Robert Rodat, aunque visualmente impresionante, no logra compensar las deficiencias del guion. Hay una evidente intención de crear momentos épicos y memorables, pero estos momentos a menudo se ven opacados por una sobrecarga de emociones exageradas que restan autenticidad a las escenas. Y no solo eso, sino que la banda sonora compuesta por Andrea Farri (Yo capitán), que debería complementar y realzar las emociones de la serie, a menudo se siente intrusiva y manipuladora, intentando forzar una respuesta emocional en lugar de permitir que la historia y los personajes hablen por sí mismos.
En resumen, Those About to Die es una serie que brilla en su recreación histórica y en sus escenas de acción, y que se beneficia enormemente de la actuación de Anthony Hopkins. Sin embargo, se ve obstaculizada por un guion pobre y un drama exagerado, derivando en una producción que promete mucho en términos de ambientación y diseño, pero que no logra alcanzar su potencial debido a sus debilidades narrativas. Un quiero y no puedo en toda regla.
NOTA: ★★★☆☆
LA SERIE “THOSE ABOUT TO DIE” SE ESTRENA ESTE VIERNES EN PRIME VIDEO.
TRÁILER:
PÓSTER:
© Prime Video
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