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CRÍTICA: “Una Aventura en Marruecos” (“Lonely Planet”)

Un apático drama romántico.

© Netflix

En los últimos años, las comedias dramáticas se han nutrido de la huella que dejó Come, Reza, Ama, una película que popularizó la idea del auto descubrimiento a través del viaje y la introspección, y que se apoyaba en un paisaje visualmente muy atrayente. Está fórmula, que combina el desarrollo personal, la búsqueda emocional y un entorno del todo pintoresco; ha inspirado a numerosos cineastas que tratan de capturar la esencia de lo romántico, de la transformación y las localizaciones exóticas. En este sentido, la Una aventura en Marruecos de Susannah Grant (Cocina con química) claramente aspira a formar parte de esta tradición, aunque, *spoiler alert*, no lo consigue. Y es que, a pesar de utilizar los elementos que hicieron tan relevante a Come, Reza, Ama, falla a la hora de alcanzar la profundidad emocional que consiguió la cinta dirigida por Ryan Murphy.

Una aventura en Marruecos sigue a Katherine Loewe (Laura Dern), una mujer de mediana edad cuyo encuentro casual con el joven Owen (Liam Hemsworth) en un retiro marroquí prende la chispa de un inesperado romance.

© Netflix

El entorno, rico en cuanto a potencial visual, sugiere que la cinta busca un viaje reflexivo sobre el amor, las barreras culturales y las experiencias personales. Sin embargo, y a pesar de la emotiva premisa y la grandilocuencia del paisaje marroquí, Una aventura en Marruecos presenta dificultades a la hora de encontrar su propio camino, manteniéndose en la superficie de sus propias ambiciones.

Donde Come, Reza, Ama mezcla la reflexión personal y el amor con el sentido de pertenecía a otra cultura o sociedad, Una aventura en Marruecos se desarrolla a través de su narrativa sin llega a comprometerse con un tema central. ¿Se trata del poder transformador del amor?, ¿sobre la diferencia de edad en el amor?, ¿o trata quizás de un viaje personal a través de la realización personal? La película posee todas estas cuestiones pero no logra responder de manera concreta ninguna de ellas. En vez de esto, el espectador se queda reflexionando sobre qué es lo que la cinta quiere decir debido a la deambulación de Una aventura en Marruecos a través de las ideas sin explorarlas debidamente.

Está falta de compromiso con una temática concreta se ve reflejada en la dirección. Grant, una habilidosa contadora de historias en sus trabajos previos como guionista, adopta un extraño enfoque pasivo a la hora de dirigir la cinta. El ritmo de la película carece de propósito, y las escenas románticas carecen de la tensión o la intimidad necesaria para atrapar emocionalmente al espectador. En vez de convertir la pasión y la transformación personal en el corazón de la narrativa, la dirección se siente distante y poco involucrada, ofreciendo poco más que las bonitas vistas de Marruecos. A pesar de que los paisajes reúnan belleza y tradición, nunca se llegan a sentir como un personaje más de la historia, desaprovechando así una gran oportunidad.

© Netflix

A esto hay que añadirle la falta de química entre los actores principales. Laura Dern (Marriage Story) y Liam Hemsworth (La última canción), ambos con interpretaciones que demuestran su calidad actoral, se sienten desacompasados desde el inicio. Sus interacciones carecen de la chispa o profundidad necesaria para que su atracción se sienta convincente. A pesar de que Dern aporta su usual profundidad y complejidad a su personaje, su interpretación se siente alejada de Liam, cuyo personaje nunca termina de emerger como una irresistible contraparte. Una brecha emocional entre ambos que deja su romance como algo plano. Un fallo garrafal en una cinta centrada en la conexión pasional.

© Netflix

Por todo ello, y desafortunadamente, Una aventura en Marruecos se siente como un viaje que nunca llega a comenzar. La relación de los protagonistas se desarrolla a medida que avanza el metraje pero no termina de culminar de una manera significativa. Una película llena de elementos prometedores pero que no termina de funcionar debido a la falta de profundidad emocional y de dirección. Sus aspiraciones de convertirse en la sucesora de películas como Come, Reza, Ama son claras, pero nunca llega a comprometerse a la hora de explorar los temas que hizo tan impactante la cinta protagonizada por Julia Roberts.

NOTA: ★★☆☆☆

“UNA AVENTURA EN MARRUECOS”, YA EN NETFLIX.


TRÁILER:

PÓSTER:

© Netflix

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Mario Hernández

Mario Hernández

Cinéfilo granadino de la generación del 98 (1998 más concretamente), amante del cine independiente y las grandes sagas. Entusiasta de una buena sesión de peli y manta, soy graduado en Economía por la Universidad de Granada (UGR) con nivel C1 de inglés. Actualmente, estoy realizando el curso de Crítica de Cine en la Escuela de Escritores de Madrid.