CRÍTICA (VPremiosLorca): “El Caso Ángelus, La Fascinación de Dalí”
Un día con el maestro del surrealismo español.
El legado artístico de Salvador Dalí está, sin duda alguna, envuelto en una infinita intriga. Legado marcado por obras maestras surrealistas que trazan puentes entre lo onírico y lo real, una extravagante personalidad que lo convirtió en un icono cultural, y una profunda influencia que traspasaba el mundo del arte para alcanzar el cine, la literatura, o incluso la moda. Desde sus colaboraciones con Luis Buñuel en Un perro andaluz o La edad de oro, hasta su aventura en Hollywood de la mano de Walt Disney, Dalí fue tan visionario en el cine como lo fue en las artes visuales. En este contexto, El caso Ángelus: La fascinación de Dalí, dirigida y protagonizada por Joan Frank Charansonnet (Patria), trata de capturar esta genialidad multifacética centrándose en uno de los momentos más escondidos pero esenciales en la vida de Dalí.
La película nos sumerge en el fervor de los años 60, un periodo en el que la fama de Dalí como un excéntrico provocador estaba en su máxima expresión, y que Joan Frank elige como momento histórico para dar vida al pintor catalán con una mimética transformación que no se queda en lo meramente físico, sino que también abraza lo espiritual. Una interpretación que exuda la carismática rimbombancia y enigmática presencia del Dalí, desde su icónico bigote, hasta sus crípticos diálogos sacados de otro mundo. Joan Frank no solo se limita a actuar, canaliza a Dalí, dibujando un retrato que elimina las barreras entre actor e interpretado.
Pero no solo eso, sino que su enfoque directoral es capaz de reflejar su excentricidad, creando una narrativa tan impredecible y profunda como el arte del propio Dalí. En su corazón, la película se erige como una carta de amor a Dalí y su amor por su mujer y musa Gala (Monserrat Alcoverro). La presencia espectadora de Gala, pese a lo efímero de su tiempo en pantalla, resuena profundamente, sirviendo como el eje en torno al cual gira la caótica genialidad de Dalí. Su relación, reflejada a lo largo del tiempo y de manera simbiótica, permite percatarse de cómo la influencia terrenal de Gala amplificaba la energía creativa que desprendía Dalí. La teatralidad de la cinta – visible en los diálogos intensificados, los elaborados sets, y una composición en forma de cuadrado –, enfatiza su dinámica, evocando la intimidad y mitología de su relación.
Sin embargo, mientras que el Dalí de Joan Frank, junto a la versión joven de Ricard Balada (El legado de los huesos), domina la pantalla, el resto del elenco se muestra intencionalmente subdesarrollado, sintiéndose como pinceladas del gran dibujo que se realiza de Dalí. Una elección narrativa que puede frustrar a aquellos espectadores que buscan una historia liderada por un elenco cohesionado, pero que se siente más que apropiada dada la intencionalidad de la cinta. Dalí, el hombre y el mito, es el punto neurálgico, todo lo demás existe en su órbita, y sus identidades quedan eclipsadas por su mayúscula presencia.
A pesar de este tono excéntrico, la película opta por un estilo simple a lo que la edición se refiere, el cual contrasta bruscamente con la elaborada personalidad de Dalí. La decisión de mantener la sencillez en los cortes y el mínimo retoque digital permiten que el metraje original brille, evitando cualquier tipo de distracción que pudiera desmerecer la autenticidad de la interpretación. Estilo que puede pillar desprevenido al espectador que, en El caso Ángelus: la fascinación de Dalí, esperase una experiencia visual más vanguardista. Experiencia que podría haber aguado el compromiso de la cinta a la hora de superponer la humanidad de Dalí al mito.
Otro aspecto notable de El caso Ángelus: la fascinación de Dalí es su espíritu independiente. En ningún momento pretende rivalizar con los grandilocuentes biopics a gran escala, sino que su enfoque para con Dalí es desde el alma de un artista. La modesta producción juega a su favor, invitando a la audiencia al íntimo, casi confesional, espacio del pintor. Joan Frank humaniza a Dalí sin diluir su mística, ofreciendo una mirada a su vulnerabilidad – particularmente a través de su reflexión sobre su exilio o la pérdida de su manuscrito durante la invasión nazi en Francia –. Algo que sabe contraponer de maravilla con el tono repleto de momentos de comedia absurda que recuerdan al humor francés, parecido a esa juguetona extravagancia que encontramos en cintas como la Medianoche en Paris de Woody Allen.
Momentos que aportan a la cinta un enfoque accesible para con la narrativa, balanceando las enigmáticas reflexiones de Dalí con un humor que se siente orgánico dentro de la historia. Toques cómicos que nunca llegan a ensombrecer el foco central de la historia: la genialidad de Dalí y su profundidad emocional.
Por todo ello, se podría concluir que El caso Ángelus: la fascinación de Dalí es un excéntrico homenaje al maestro catalán. La dedicación de Joan Frank Charansonnet de encarnar a Dalí tanto a nivel actoral como a nivel de dirección es cuanto menos remarcable, ofreciendo a la audiencia un vivido retrato de un hombre cuya vida era tan surrealista como su arte. La teatralidad de la cinta, junto a la simplicidad de la edición y el carisma independiente que desprende, combinan a las mil maravillas para crear una película en la que realmente se siente la esencia de Dalí.
NOTA: ★★★½
“EL CASO ÁNGELUS: LA FASCINACIÓN DE DALÍ”, ESTRENO ESTE VIERNES EN CINES.
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