Crítica de ‘Matabot’ (‘Murderbot’): Alexander Skarsgård es un robot autohackeado que no quiere matarte, solo ver su telenovela espacial.

El género de la ciencia ficción es una de las grandes bazas de Apple TV+. Ahí están Separación, Silo o Fundación para corroborarlo. Y desde el viernes se suma a este catálogo sci-fi Matabot (en inglés, Murderbot), adaptación –nada sencilla a nivel tonal– de Los diarios de Matabot, la saga superventas de Martha Wells, a cargo de los hermanos Chris y Paul Weitz (Un niño grande).
En ella, Alexander Skarsgård (Succession, El hombre del norte) interpreta a una unidad de seguridad que se auto-hackea y adquiere consciencia propia. Lejos del arquetipo habitual del androide rebelde, decide ocultar su libre albedrío y seguir obedeciendo las órdenes de sus clientes y propietarios, aunque ya no esté obligado a hacerlo. Porque Matabot –el nombre que elige por la simple razón de que suena guay– no tiene la intención de matar humanos, aunque los considere (en sus palabras) «gilipollas». Lo único que quiere es que le dejen tranquilo y poder maratonear su culebrón favorito con ecos a Star Trek, El ascenso y la caída de Sanctuary Moon (serie dentro de serie protagonizadapor Clark Gregg, John Cho, DeWanda Wise y Jack McBrayer). Pero su plan chill se va al traste cuando le asignan como protector del equipo de investigación PreservationAux, un grupo de «hippies» y «raros» que, en su misión de evaluar los recursos de un planeta desconocido, se topa con más de un problema, y el menor de ellos es un gusano espacial gigante (¡hola, Dune!).

Lo que realmente le otorga a Matabot su carácter distintivo es el punto de vista desde el que se narra. La serie, en sus diez episodios de apenas veinte minutos, se articula a través del flujo de pensamientos del protagonista, convertido en narrador mediante una constante voz en off incisiva, irónica y descaradamente camp (será difícil que el doblaje esté a la altura, por cierto). Sin embargo, la interpretación de Alexander Skarsgård va mucho más allá de ese voiceover. Aunque muy al principio pueda parecer que va a marcarse un Pedro Pascal en The Mandalorian –casi siempre con el traje y el rostro cubierto–, no es ni mucho menos el caso.
Cuando es destinado al equipo PreservationAux, compuesto por individuos que consideran que los robots son, en esencia, personas, y que se sienten más cómodos con su rostro al descubierto, Matabot se enfrenta a una dinámica de relaciones humanas que nunca antes había experimentado, a la vez que intenta esconder que tiene su módulo de control hackeado. En este contexto, vemos que Matabot tiene dificultades para mantener el contacto visual, no tolera el contacto físico y evita hablar de sus emociones a toda costa. Para ello, recurre a su excusa favorita –su ya icónica frase «tengo que comprobar el perímetro»– cada vez que la interacción humana amenaza con ir más allá del mínimo operativo. No es casual que gran parte del fandom de la saga literaria considere al personaje como neurodivergente o dentro del espectro autista. Y Skarsgård realmente logra expresar muchísimo dentro de este rol complejo y aparentemente inexpresivo, tanto a través de su voz como de su rostro y sus microgestos.
A fin de cuentas –y por mucho que su título sugiera otra cosa–, lo que propone la serie es, en el fondo, un coming of age disfrazado de ciencia ficción. Y es que Matabot, más allá de su clara fisonomía de adulto de 48 años, es un robot con ansiedad social y atormentado por un borroso recuerdo de su pasado de posible (o no) acto de masacre, que empieza a preguntarse quién –o qué– es y quién –o qué– quiere ser. Incluso el mismo debate sobre si hay que referirse a Matabot como «él» o «eso» forma parte de esa búsqueda de identidad. Y es precisamente ahí donde reside el verdadero núcleo narrativo de la serie: en su crisis existencial.
En ese sentido –y como una extensión del propio conflicto interno de Matabot –, la serie encuentra coherencia estética en la dirección de fotografía, de Tobias Datum (Doctor Who) y Daniel Grant (Estación once), con una paleta de tonos monocromáticos, metálicos y fríos, que evocan un futuro alienante, tecnológico y deshumanizado, en contraste con los fragmentos de El ascenso y la caída de Sanctuary Moon –la serie ficticia que obsesiona al protagonista–, rebosantes de color y saturación, que transmiten vida, pasión y una clara sensación de escapismo y libertad.

Por su parte, el equipo PreservationAux –la doctora Mensah (Noma Dumezweni), Gurathin (David Dastmalchian), Pin-Lee (Sabrina Wu), Ratthi (Akshay Khanna), Arada (Tattiawna Jones) y Bharadwaj (Tamara Podemski)– resulta mucho menos interesante que Matabot. Los personajes no cuajan del todo y algunas subtramas, como el triángulo Arada-Pin-Lee-Ratthi, no terminan de funcionar. La única excepción es David Dastmalchian (Oppenheimer) como Gurathin, el único humano «aumentado» del grupo, es decir, con implantes cerebrales que le permiten interactuar directamente con los sistemas de comunicación. Su dinámica antagonista con Matabot, marcada por la desconfianza, es una de las pocas realmente bien desarrolladas dentro del grupo.
Cierto es que la serie tarda en enganchar y encontrar su tono, con un misterio que no logra despertar gran interés y un humor al que le cuesta arrancar risas. Algo a lo que su formato episódico semanal no va a ayudar precisamente, estrategia que sí es eficaz en otras series de Apple TV+ como Slow Horses, Ted Lasso o The Studio, pero que aquí podría llevar a algunos a abandonarla antes de tiempo. No obstante, aquellos que decidan darle una oportunidad y se queden hasta el final de temporada se encontrarán con un desenlace satisfactorio y bastante emotivo, que deja la puerta abierta para continuar con la segunda novela de Wells, Condición artificial, si es que Apple decide renovarla (que esperemos que así sea).

Gracias a Skarsgård, la serie logra que realmente nos importe Matabot (aunque él, claro, preferiría que no). Su crisis existencial y ese torrente de pensamientos internos no son tan diferentes a los nuestros. Y después de ese final, lo único que quieres es sentarte a su lado, poner Sanctuary Moon y comprobar el perímetro juntos.
NOTA: ★★★½
«MATABOT», ESTRENO EL VIERNES EN APPLE TV+ CON SUS DOS PRIMEROS EPISODIOS, SEGUIDOS DE UNO NUEVO CADA VIERNES HASTA EL 11 DE JULIO.
TRÁILER:
PÓSTER:

¡SÍGUENOS!
- Bob Odenkirk vuelve a repartir golpes en el intenso primer tráiler de la película ‘Nadie 2’. - mayo 13, 2025
- Ana de Armas y Keanu Reeves cara a cara en el nuevo tráiler de la película ‘Ballerina’, el spin-off de ‘John Wick’. - mayo 13, 2025
- Crítica de ‘Matabot’ (‘Murderbot’): Alexander Skarsgård es un robot autohackeado que no quiere matarte, solo ver su telenovela espacial. - mayo 13, 2025