Adiós a una leyenda: fallece Val Kilmer a los 65 años.

Descanse en paz.

Val Kilmer, una de las personalidades más magnéticas y carismáticas de su generación, ha fallecido a los 65 años a causa de una neumonía, según ha informado su hija, Mercedes Kilmer, al New York Times. En los últimos años, el actor estadounidense había librado una feroz lucha contra un cáncer de garganta que dañó severamente sus cuerdas vocales, dificultándole su capacidad de hablar y apartándolo de los focos.

De sus inicios en la comedia (Top Secret! en 1984 y Escuela de genios en 1985) al estrellato en Top Gun: Ídolos del aire (1986) como Iceman, compartiendo pantalla con Tom Cruise, Kilmer demostró una versatilidad poco común en el Hollywood de los 80 y 90. Su carrera no hizo más que transitar géneros: el rock psicodélico de The Doors (1991), en la piel de Jim Morrison, el western de Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp (1993), la violenta road movie de Amor a quemarropa (1993) con guion de Quentin Tarantino o el thriller de atracos Heat (1995), cuya secuela ya está en ciernes. En 1995, Kilmer heredó la capa y la batcueva de Michael Keaton en Batman Forever, dirigida por Joel Schumacher. También le prestó su voz a Moisés en la conocidísima película animada El príncipe de Egipto (1998).  

Pero Kilmer no solo se limitó a las pantallas. En 2012, se volcó en la obra teatral Citizen Twain, en la que se transformó en el escritor Mark Twain, no solo interpretándolo, sino escribiendo y dirigiendo la función.

Más recientemente, en 2021, se estrenó Val, un documental que detallaba su vida (incluyendo sus problemas de salud) con imágenes inéditas que abarcaban más de cuarenta años. Su despedida de la pantalla llegó un año después, en Top Gun: Maverick (2022), donde su Iceman reaparecía en una emotiva escena, comunicándose a través de un ordenador, reflejo de su dura lucha contra el cáncer.  

Hoy, Hollywood llora su pérdida. Michael Mann, con quien trabajó en Heat, ha expresado: «Mientras trabajaba con Val en Heat, siempre me maravilló su alcance y brillante variabilidad dentro de su poderosa corriente del carácter posesivo y expresivo. Después de tantos años luchando contra la enfermedad y manteniendo su espíritu vivo, esta es una noticia tremendamente triste». Francis Ford Coppola, quien le dirigió en Twixt (2011), también le ha rendido homenaje: «Val Kilmer era el actor con más talento cuando estaba en el instituto, y ese talento no hizo más que crecer a lo largo de su vida. Era una persona maravillosa con la que trabajar y fue un placer conocerle. Siempre le recordaré». Y amigos como Josh Brolin también le han dedicado emotivas palabras: «Nos vemos, amigo. Te echaré de menos. Eras una chispa de energía inteligente, desafiante, valiente y supercreativo. No quedan como tú. Espero verte en el cielo cuando llegue mi hora».

Descansa en paz, Val.

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