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CRÍTICA: “Bob Marley: One Love”

Un biopic tributo a ritmo de reggae.

© Paramount Pictures

Si hay un tipo de cine que está últimamente en auge es el de los biopics. Películas biográficas sobre personalidades importantes del mundo del deporte, la política, la música o cualquier otro tipo de sector mediático, que sirven para acercar la historia de sus protagonistas a una amplia gama de espectadores. Películas donde los actores y actrices protagonistas hacen un esfuerzo camaleónico para captar y transmitir a partes iguales el semblante y energía que emanaban las personalidades a las que interpretan, y donde los directores y guionistas tratan de sintetizar en el metraje final el espíritu y legado que dejaron estos en el mundo. Un tipo de cine al que, a partir de ahora, hay que añadirle esta Bob Marley: One Love.

Una película dirigida por Reinaldo Marcus Green — quien ya en 2021 nos presentó a la figura paternalistamente intensa de Richard Williams en El método Williams — y que en esta ocasión nos presenta al cantante jamaicano (interpretado por Kingsley Ben-Adir) justo durante el proceso de creación de su disco Exodus, considerado por la revista Time como el mejor disco musical del siglo XX. Un periodo de reflexión y búsqueda interior durante el cual, Bob Marley, deberá de hacer frente a una serie de adversidades a nivel tanto profesional como personal para poder lanzar al mundo su poderosa y profunda música.

© Paramount Pictures

Liderado por un carismático Kingsley Ben-Adir capaz de trasmitir la libertad y sentido de constante amor por el prójimo que emanaba la figura de Bob Marley con su sentida interpretación, Bob Marley: One Love supone una cinta tributo al cantante jamaicano y su legado, no solo al mundo de la música, sino a la sociedad. Con un inicio frenético que te sitúa a la perfección en el ojo del huracán sociopolítico que vivía la Jamaica de mediados del siglo pasado, el biopic dirigido por Reinaldo Marcus Green sabe crear ese aura de crispación y estado de alerta continua que se vivía en la isla caribeña a base de un metraje dinámico repleto de escenas que se suceden de manera alborotada y sin apenas tiempo de asimilar lo que se está visualizando.

Una introducción a esta historia ‘in media res’ de lo más orgánica (que inicia con unos títulos iniciales que juegan el papel de contextualizador de la trama al más puro estilo Star Wars), que permite a la cinta, y al espectador, centrarse en lo que verdaderamente importa: Bob Marley y su papel en todo lo que se nos está mostrando.

Un agitado inicio que va relajando su tempo a medida que va avanzando el metraje, y siempre amenizado a ritmo de reggae, pero en el que la austeridad y la cercanía con el protagonista es una constante transmitida a través de la paupérrima escenografía que plasma de manera visual el carácter humilde del protagonista y la nación caribeña, y el uso continuado de planos cortos que escudriñan las emociones más personales e íntimas del cantante.

© Paramount Pictures

Un esfuerzo a nivel de dirección por hacernos empatizar con el personaje y su idiosincrasia, que termina por florecer en la fase más dramática y sentida de la cinta — ese tercer acto donde las malas noticias y piedras en el camino se suceden de manera tan estrepitosa como inesperada — y donde las interpretaciones secundarias (sobre todo la que nos deja Lashana Lynch y que demuestra que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer) no hacen más que enfatizar la huella que dejaba Bob Marley en aquellos que le rodeaban.

Sin embargo, el ansia por intentar abarcar tantos aspectos de la vida del cantante (el espiritual, el personal, y el público) hacen que la historia presente en el guion coescrito por el propio Reinaldo Marcus Green y Zach Baylin (Gran Turismo) nos muestre solo una visión general de Bob Marley, sin poder dedicarle el tiempo suficiente al trasfondo espiritual y personal que solo puede llegar a vislumbrarse a lo largo de la cinta. Un trasfondo que reside en los valores y enseñanzas del movimiento rastafari que tanta importancia tuvo para el cantante y para su música, y que hubiera merecido la pena haber explotado más.

© Paramount Pictures

Pese a esto último, Bob Marley: One Love supone un correcto biopic sobre una de las figuras más influyentes a nivel social y musical del pasado siglo, que permitirá hacer conocer su historia a un público que igual no era sabedor de ella, haciendo que la llama que un día prendió el cantante jamaicano siga más viva que nunca. Un sentido tributo a Bob Marley a ritmo de reggae que te hará querer escuchar en bucle su música tan pronto pongas un pie fuera de la sala de cine.  

NOTA: ★★★☆☆

“BOB MARLEY: ONE LOVE”, YA EN CINES.


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© Paramount Pictures

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Mario Hernández

Mario Hernández

Cinéfilo granadino de la generación del 98 (1998 más concretamente), amante del cine independiente y las grandes sagas. Entusiasta de una buena sesión de peli y manta, soy graduado en Economía por la Universidad de Granada (UGR) con nivel C1 de inglés. Actualmente, estoy realizando el curso de Crítica de Cine en la Escuela de Escritores de Madrid.