CRÍTICA (72SSIFF): “Vivir el Momento” (“We Live in Time”)
Garfield y Pugh resplandecen en una emotiva oda a vivir el ahora.
Se echaba de menos ese género. Ese que entrelaza romance y tragedia y que toca la fibra más sensible del espectador. Ya sabéis, como hicieron en su día Un paseo para recordar, Bajo la misma estrella, Antes de ti o Yo, él y Raquel. Pues bien, ahora el director de Brooklyn, John Crowley, nos trae Vivir el Momento (We Live in Time), una película que se ha estrenado en Donostia y que se encuadra de lleno en esa lista de títulos antes mencionados.
En Vivir el momento, Almut (Florence Pugh), una prometedora chef, y Tobias (Andrew Garfield), se conocen en un encuentro inesperado que cambia sus vidas. Se enamoran, construyen un hogar y forman una familia. Pero, todo se ve abruptamente alterado cuando a Almut le diagnostican cáncer de ovarios.
No podría haber mejor película para clausurar esta 72 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián que Vivir el momento. Una edición que ha estado marcada por una serie de películas que abordan temáticas comunes como lo son el cáncer, la muerte, la eutanasia o los cuidados paliativos, como La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, Los destellos de Pilar Palomero, El último suspiro de Costa-Gavras, Cuando cae el otoño de François Ozon, Bound in Heaven de Xin Huo o Por todo lo alto de Emmanuel Courco. Y casi seguro que me dejo alguna que otra película más.
Y es que Vivir el momento tiene una trama bastante familiar y convencional: la de una pareja cuya relación se ve trastocada cuando uno de ellos, en este caso Almut, se enfrenta a un complicado diagnóstico de cáncer. Y, todos sabemos cómo acaban este tipo de historias, pero lo que distingue a esta película es su montaje originalmente desordenado, realizado por Justine Wright (Locke), que permite que el espectador siga de cerca la relación de la pareja protagonista a lo largo de una década. Gracias a este montaje fragmentado con saltos adelante y hacia atrás, somos testigos de momentos cruciales en la relación de esta pareja, desde su primer (y caótico) encuentro, los altibajos de su relación, el cómo se enfrentan al grave diagnóstico de ella o la hilarante llegada de su hija, una escena que, inesperadamente, proporciona un alivio cómico en un relato predominantemente lacrimógeno. Un enfoque narrativo que resulta ser todo un acierto y uno de los puntos fuertes de la película dirigida por Crowley.
Pero, sin duda, la mayor baza de Vivir el momento es la increíble química entre Andrew Garfield (Hasta el último hombre) y Florence Pugh (Oppenheimer), y sus interpretaciones tan empáticas como carismáticas. Ambos actores consiguen que el espectador se sumerja de lleno en su profunda y humana relación y en el mensaje esperanzador (dentro de lo trágico) que quiere transmitir la película. Y este no es más que el de su título: vivir el momento. Se trata de un canto a la vida que no se centra en lo trágico, sino más bien en celebrar lo que realmente importa, la vida que uno ha vivido, así como en el deseo de morir como uno elige y en el anhelo de ser recordados por las cosas que amamos.
Cabe mencionar que en 2019 Andrew Garfield se enfrentó a la terrible pérdida de su madre, tras una dura lucha contra un cáncer de páncreas. Una experiencia que dejó huella en su vida y que, como él mismo ha compartido, le permitió conectar profundamente con su personaje y con un sentimental guion, el de Nick Payne (La última carta de amor), que formó parte de su propio duelo. En la rueda de prensa del festival, el actor nos contó la lección más importante que aprendió de su personaje: «El precio de vivir una vida plena y llena de sentido, alegría, conexión y amor es muy, muy alto. Debe haber pérdida, sufrimiento, coraje, rechazo y, sí, muerte. No puedes desterrar la oscuridad para llegar a la luz. Hay un camino a la luz y es a través de la oscuridad». Lo cierto es que estas palabras resuenan con autenticidad en cada fotograma de la película.
En definitiva, Vivir el Momento es una oda a la vida que emociona, apoyada en las excelentes interpretaciones de Garfield y Pugh y en su química en pantalla para recordarnos que hay que vivir cada momento. Preparad los pañuelos.
NOTA: ★★★★☆
“VIVIR EL MOMENTO”, ESTRENO EL 3 DE ENERO EN CINES.
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