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Películas de medianoche: un paseo por las ‘cult movies’ más noctámbulas.

De Martin Scorsese a Walter Hill.

© mundoCine | Filmin | Universal Pictures

Hay películas que piden a gritos ser devoradas al filo de la medianoche, en alguna mohosa sala de arte y ensayo y rodeado de dudosas compañías. Cintas cuyo celuloide se quemaría cual vampiro maldito bajo la engañosa luz del día y que bajo ningún concepto deben ser contempladas mediante el uso (y abuso) de las nuevas tecnologías, sino con la deliciosa melodía de fondo de un proyector de 35 milímetros y una polvorienta moqueta bajo nuestros pies. (Si, somos unos sentimentales, que le vamos a hacer.) Películas que nos envuelven con su atmósfera nocturna y canalla, que entran por nuestras pupilas y llegan a las venas mucho antes que al cerebro. Y es que la definición de “Películas de medianoche” ya la adoptaron J. Hoberman y Jonathan Rosenbaum en su fundacional libro Midnight movies en 1983 para referirse a las llamadas sesiones “golfas”, donde todo era posible dentro de una sala de cine en la hora de las brujas. Un culto que se practica en catedrales After hours, auténticos templos de depravación, surrealismo, fantasía, cinefilia e imaginación a raudales. Películas que crean atmósfera, que consiguen que ese mundo cobre vida y parezca que la pantalla es solo una ventana a otra realidad.

Una noche kafkiana en el laberíntico Soho neoyorkino, un carrera contrarreloj y apocalíptica para escapar de un ataque nuclear, una mezcla new wave entre aliens y SIDA, una pesadilla en blanco y negro surgida de la mente del gran David Lynch y una fantasía rock al ritmo de la música de Ry Cooder. Este es un paseo -sin retorno, por supuesto- por algunas de las “Cult movies” más nocturnas que podamos paladear.


1. Jo, que noche (1985, Martin Scorsese)

Resulta bochornoso tener que mencionar el título traducido en español de esta pequeña-gran-obra maestra de Martin Scorsese. El mucho más sugerente y enigmático After hours refleja a la perfección el espíritu de la historia: un Yuppie aburrido (genialmente interpretado por Griffin Dunne) busca rollete para un viernes noche y acaba en una pesadilla de la que no puede escapar. Una atractiva -pero más bien tóxica- Rosanna Arquette la atraerá hacia una sofocante noche de verano en el Soho neoyorkino. A partir de ahí se cruzará con una galería de personajes a cada cual más sonámbulo y estrafalario, que le harán plantearse que el plan de mantita y peli en casa no hubiera estado tan mal. Una mezcla de géneros (entre la comedia negra y el thriller) que escapa de etiquetas, y una atmósfera misteriosa y magnética -realzada por el maravilloso “score” del gran Howard Shore y una dirección de Scorsese realmente inspirada- convierten a After hours en una de las grandes películas de medianoche de todos los tiempos.

¿Dónde ver? Disponible en compra y alquiler.

© Warner Bros

2. Miracle Mile (1988, Steve de Jarnatt)

Miracle Mile reúne todas las condiciones para ser una “Cult movie” por derecho. Para empezar porque ni siquiera está editada en la actualidad en formato doméstico en España y no tuvo estreno comercial en nuestras salas. Si que pudo verse en el Festival de Sitges allá por el año 88, donde ganó el premio a los mejores efectos especiales. Una premisa de partida parecida a la de After hours (un joven saxofonista -Anthony Edwards- conoce a una chica -Mare Winningham- en el museo de Historia Natural y quedan para pasar la noche a la salida del trabajo de ella en una cafetería), pero que va evolucionando de una deliciosa comedia romántica primaveral a un thriller apocalíptico lleno de tensión en uno de los cambios de género y tono más brutales dentro de una misma cinta que hayamos visto. Y es que al protagonista se le ocurre coger una llamada en una cabina telefónica que alerta de un ataque nuclear en poco más de una hora. A partir de ahí comienza una frenética carrera contrarreloj por encontrar a su cita e intentar huir de un Los Ángeles nocturno y caótico. Un guion que durante años fue de los más valorados por los estudios -allá por la época de la Guerra Fría en la que un ataque de este tipo era una pesadilla recurrente- y que resulta a la vez divertido e inquietante. Un final de lo más turbador y la etérea banda sonora de Tangerine Dream convierten a Miracle mile en una cinta a reivindicar.

¿Dónde ver? Filmin.

© Filmin

3. Cielo líquido (1982, Slava Tsukerman)

Un extraterrestre llega en un platillo volante al New York de los 80 en plena ebullición “New wave”, donde las drogas, los neones y los maquillajes imposibles están a la orden del día (o de la noche, mejor dicho). Los extraterrestres pronto se dan cuenta de que la heroína no está mal, pero que los orgasmos son aún mejores, y toman el cuerpo de una ninfómana para echar el rato por la excesiva noche neoyorkina. Personajes de todo tipo desfilan por la pantalla mientras estridentes versiones de Carl Orff y otros compositores clásicos -a ritmo del mítico sintetizador Fairlight CMI- nos… ¿fascinan? ¿atormentan? en un alucinado producto de su época. Psicodelia punk con composiciones visuales que nos dejan enganchados. ¿Una obra maestra o un bodrio infumable? Más bien lo segundo, pero un bodrio infumable fascinante y con una capacidad de hipnosis que muchos querrían.

¿Dónde ver? Filmin.

© Filmin

4. Cabeza borradora (1977, David Lynch)

Las pesadillas son hijas de la noche y no ha habido un cineasta que plasmase mejor los malos sueños en la gran pantalla -si acaso Buñuel- que el gran David Lynch. La madre de todas las películas de culto es un viaje por los caminos más recónditos del subconsciente humano (como toda la filmografía de Lynch, por otra parte). En este caso la pesadilla de un hombre con eterno gesto de desconcierto que, sin comerlo ni beberlo, se convierte en padre de un deforme ¿bebé? que redefine el concepto de “prematuro”. La atmósfera malsana que recorre la cinta, donde los inquietantes efectos de sonido son primordiales, nos dejan sensaciones muy extrañas y convierten su visionado en una experiencia hipnótica a la par que aterradora. No hay duda, en este caso todos desearíamos que se hiciera de día para despertar de la pesadilla.

¿Dónde ver? Movistar Plus+.

© MUBI

5. Calles de fuego (1984, Walter Hill)

“Una fantasía rock” era la maravillosa frase promocional con la que nos vendían esta delicia más bien olvidada de los 80. Tom Cody (Michael Paré) es un cazafortunas fortachón que debe salvar a la estrella del rock Ellen Aim (Diane Lane) de la banda de los malos, liderados por Raven Shaddock (malsano Willem Dafoe) en una ciudad caótica y sumida en una noche eterna. ¿Un argumento simplón? Puede ser. ¿Disfrutable? Al máximo. La música de Ry Cooder y la dirección de Walter Hill hacen de esta mezcla de cómic y western urbano (hermano gemelo de otra gran película de Walter Hill que podría haber estado en este ranking, The Warriors) una de las películas que mejor demuestran que se puede hacer entretenimiento de calidad y sobre todo, con mucho estilo.

¿Dónde ver? Disponible en compra y alquiler.

© Universal Pictures

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Pablo Fernández Barba
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Pablo Fernández Barba

Guionista y Profesor de Guion, el cine es mi pasión irrenunciable y la escritura en sus diversas variantes, mi oficio. Soy Diplomado en Guion por la Escuela de Cine de Madrid (ECAM) y cuento con diversos libros de relatos publicados. La crítica de cine me ha acompañado desde niño y me parece un juego divertidísimo. Mando callar en las salas de cine, mi templo personal.